¿Cómo ves tus proveedores como aliados o amenazas? ¿Qué tanto puedes obtener de ellos? ¿Estoy en una relación ganar-ganar con mi proveedor? ¿Veo a mi proveedor como un aliado estratégico?… Nos pueden surgir muchas preguntas más respecto a este tópico. La verdad es que la respuesta dependerá de la cultura de la compañía y de la relación que se maneje con los proveedores.
Son nuestros proveedores solo parte de un proceso transaccional. Si es el caso, entonces nuestro enfoque debe cambiar. En el mundo de negocios actuales los proveedores deben ser aliados estratégicos. Esto así, porque nos permite trabajar con el proveedor en identificar oportunidades de mejora en nuestros productos. Además de hacer su costo más eficiente.
¿Por qué un Aliado Estratégico?
Pues porque es el experto en el comportamiento del componente que nos provee. Por tal razón no podemos verlos como nuestros adversarios. El asociarnos con nuestros proveedores nos permite encontrar maneras de ayudarnos entre sí. También implica que ambos debemos conocer nuestros procesos, ya que solo así podemos identificar oportunidades de mejora. Y trabajar sobre ellas para beneficio de ambos, corregir procesos, eficientizar costos e identificar potenciales desperdicios en el proceso, marcaran la diferencia.
Desarrollar relaciones estratégicas con nuestros proveedores nos garantiza una base de proveedores más estable. Nos permite reducir costos y mejorar la calidad de los productos que recibimos. Y nos permite tener acceso a la parte de innovación del proveedor, la cual nos puede ayudar a mejorar nuestro producto.
¿Qué considerar al escoger un aliado estratégico?
Para considerar un proveedor como aliado estratégico debemos considerar lo siguiente:
- El proveedor debe ser capaz de proveer trazabilidad de su proceso.
- Debe ser un proveedor estable, ya que creamos una alta dependencia hacia él.
- La innovación debe estar presente en la relación para la mejora de los productos actuales y desarrollo de productos a futuro.
- Debe existir un alto sentido de confianza en la relación. Lo cual implica apertura en la información que se comparte.
Para concluir, podemos decir que el desarrollo de aliados estratégicos siempre creara cierto nivel de riesgo. Esto así por el nivel de dependencia asociado a este tipo de relación entre cliente y proveedor. En estos casos, es siempre oportuno identificar fuentes alternas e irlas desarrollando. A fin de minimizar los riesgos y el impacto en caso de fallas por parte de nuestro proveedor estratégico.


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